sábado, 11 de agosto de 2007

DIARIO DE LLUVIA

Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Andalucía
Expediente AL-00104-2007








EL VIAJERO

La verdad es que cuando yo empecé a escribir este libro fue cuando iba en el ferry para cruzar el Estrecho en unas cortas vacaciones y sucedió que en Marruecos no dejó de llover mientras estuve allí, creo que un día lució el sol. Mis amigos, compañeros de viaje, eran una pareja y yo iba solo, como equipaje llevaba un pequeño libro de sonetos que me había dejado una amiga y Cartas a Lucilio de Séneca.

El primer poema lo escribí ya en el barco y, en realidad, no paré de escribir hasta que no se terminó el libro, que es un libro viajero, en un viaje realizado a mi propio interior y otros paisajes en otras tierras y en otros mares.

Para mí escribir este libro fue una gran experiencia pues escribía sobre lo que había vivido, dos historias de amor que terminaron en rotundos fracasos, pero me dejaron los poemas. Ellas se fueron, yo seguí viajando y escribiendo, cosa que aún sigo haciendo. Y lo haré siempre que pueda y mis fuerzas me lo permitan. Puedo decir que escribí unos poemas de amor a las mujeres que me dejaron, pues mientras duró fue fantástico, era como hacerle cosquillas al cerebro en una permanente fiesta para los sentidos, vivir amar y soñar.

Yo aún no sé lo que es ser poeta, cosa que tampoco me preocupa. Mi opinión es sencilla, escribo por pura necesidad, me atengo exclusivamente a mis propios criterios y a mi instinto de supervivencia. Las modas literarias no me incomodan ni ahora ni nunca, pues si fuese así entonces no escribía una línea, sé que ni los sueños son libres, pues cuando despertamos se han desvanecido. Escribamos con total libertad, ya que vivir no podemos. Un poema es algo más que letras en un papel, es desnudarte ante ti y ante quien lo lea, una vez que el libro se ha publicado. Sinceramente digo que yo no se explicar mis poemas a los lectores, es mejor leerlos y que cada cual saque sus propias conclusiones como yo las saqué en su día. No está nuestra sociedad para versos, donde todo es prisa y las cosas te las dan hechas por la tele, y te exigen tener encefalograma plano.

¡Música de fondo maestro, que vamos a por la alienación total: La forma de vestir, lo delgado que tienes que estar y nos dan las formas de pensar muy bien enlatadas! Probablemente piensen los que hacen todo eso que todos somos imbéciles o estúpidos, se equivocan, hay mucha gente y aunque no lo parezca que la tarifa plana para el celebro no les interesa absolutamente para nada. Soy fronterizo en tierra de nadie, apátrida en nuestra propia casa y estoy acostumbrado a pensar libremente, y en libertad, creo que puede ser, por ese motivo yo escribo un poema o muchos, un cuento o varios cientos de cuento, toda una vida escribiendo; algunas novelas hay por ahí. Para denunciar el descabellado estado de cosas al que nos lleva esta sociedad miserere en la que vivimos seguiré escribiendo: Tanto tienes eso es lo vales, mejor lápiz y papel y poder seguir escribiendo siempre, el camino es largo y hay que andarlo.

Nos salva el amor y ser solidarios, bienes escasos en estos tiempos que corren donde casi todos somos culpables, aunque nos neguemos a participar en el festín del gran poder. subsistimos escribiendo, alimentamos quimeras y utopías, alma y cuerpo: Sabemos quiénes son nuestros enemigos porque, si nos descuidamos desde dentro nos liquidan .

El lastre que me dejan los día a su paso, a veces me lo quito dejándolo en poesía. Como siempre hoy es un buen día para coger lápiz y ponerse a escribir, es un sano ejercicio.

Este libro lo comencé en Tánger, lo seguí en Fez y en la vuelta a casa pasé por Tímar, también por Ugíjar y lo terminé de escribir en la Aldeílla, mi pueblo de toda la vida. Algunas veces salía a pasear por la noche cuando todo es silencio y al otro lado de la rambla hay un huerto bastante grande de naranjos, el viento muy generoso me regalaba el aroma de la flor de azahar. ¡Mereció la pena escribir y viajar! Si.


El nieto del fragüero MFC










I
DESDE EL OTRO LADO DEL MAR



HACIA OTRAS TIERRAS

En caminos llenos
de incertidumbres,
desde el otro lado del mar
me invento una certeza.

Para escapar de la soledad
salgo de mi ser
y amo el instante
en que vivo y pienso.

Y en un horizonte, a lo lejos,
la línea de la costa
se dibuja en espuma
sobre un mar en calma.

Tánger I.996









LLUVIA

En la distancia,
desde un tiempo que se va,
a veces me atrapa el desaliento
y lloro.
Siempre quisiera ser
un cantar,
coger tu cintura
y sentir tu aroma.
Amiga mía,
desde el otro lado del mar,
en el camino,
otra primavera empieza
y sobre los campos llueve.

Shefshauen








LA MEJOR BRISA

No quiero tener más intemperie.
Tu presencia llena
mis pensamientos
y mis dudas se van
en las nubes, que lleva el viento.

Veo un mundo que nace
en tu cuerpo, en tu hablar.
Tu soñar, tu mirada,
tu sonrisa, tu pelo,
es un horizonte que se acerca
como la mejor brisa.

Shefshauen









ALAS
Sueño con despertarme
abrazado por tu desnudez poética,
con versos que acaricien
tu piel y la mía,
y en miles de instantes
ser tu amante de un día.

Amiga del alma, amiga,
quiero que tus versos se posen
sobre mi piel
igual que la mariposa
sobre la flor sedienta de alas.

Te digo que amar es soñar.
Estos versos perdurarán en el tiempo
como notas de una sinfonía
que día a día aprendo a tocar.

Shefshauen








SOL EN PRIMAVERA

Amiga, he encontrado
unos versos de amor
que son como sol en primavera.
Al leerlos pienso en ti
y mi corazón... se acelera.

Recuerdo aquel día en que te vi
por vez primera
y, ahora, años después te vuelvo a ver
¡qué alegría para mí
saberte hecha mujer!

Fuiste princesa en un castillo
sólo por un día
y me nombraste caballero
con blasones de papeles y tinta
y como armadura me diste
un ejército de letras.

Desde una almena
veo tus ojos azules conquistar el cielo
y, en la alta torre,
creo que vuelo.

Serás algún día
reina del verso,
humilde canto de pájaro
en el jardín de la poesía,
una rosa roja
caminando en soledad
que en un poema echó a volar.

Shefshauen. Con lluvia.








EN UNA ESCULTURA

No puedo olvidarme de ti.
Loco soy
dentro de mi ser.
En luz de amanecer,
cerca del mar,
donde todo es calma,
habito.

En melodía vibras.
Cuando estoy lejos
eres cercanía
que doy al viento
y me devuelve en sinfonía.

Alineas palabras letra a letra
y el verso se te escapa
de tu alma, poeta.
Me pareces el sol de la mañana,
naces
y te levantas creando vida.

Me quedo parado, te miro,
como un loco me abrazo a este silencio
y con martillo y cincel golpeo la piedra
y me olvido de la palabra
cuando naces en las formas.

Te imagino pétrea melodía,
a cada instante me invento un mundo nuevo
para ver a mi lado tu sonrisa
y sentir como creces
en esa brisa que me acaricia
entre un sueño que pasa
y otro que se queda.

Shefshauen. Llueve.









SIEMPRE HAY LIBERTAD PARA AMAR

Del tiempo fecundo
en la piedra nacen las formas
y, en silencio,
despiertan y gritan.

Abrazo tu cuerpo,
siento tu piel en mí
y una vida que nace
empieza a caminar.

Con los brazos abiertos
y tu enamorada mirada
eres un pájaro
en libertad para amar.








EL BLANCO DE LAS PAREDES

Miro el papel y escribo, delante de mí,
un azul de puertas y ventanas,
el blanco de las paredes.
A través del cristal veo
palomas y nubes,
vuelan a refugiarse en el monte.

Yo me cobijo
en un bloc en blanco
que, letra a letra, gota a gota,
con mi soledad,
entre silencios,
voy llenando.

Shefshauen. Nubes y claros. Viento frío.








LUZ EN LA MIRADA

En este mundo soy caminante
de escondidos interiores.
La luz
vuela como pájaro
y crece en flor
como brisa de la mirada
que ayer me dedicó en una sonrisa,
¡aquella amiga hoy lejana!

Shefshauen. Ha dejado de llover.








DOS MENDIGOS

Dos monedas
he dado a un mendigo;
para él mucho,
para mí, apenas nada.
Su agradecimiento es un poderoso talismán
porque mi ego quiere liberarse.

Pienso en que soy más pobre que él,
pues pido una caricia,
una sonrisa, una brisa,
del rayo de luz
que en la oscuridad se divisa,
del árbol que crece
y su raíz en tierra hunde
de este tiempo que me abraza.

Soy el ocupa existencial
de un tiempo que me lleva
sin esperanza de retorno.

Shefshauen. Llueve y hace frío.









NUEVO CAUCE

Por algún sitio, no sé donde,
me corre el agua
de un nuevo empezar.
Cicatrizan viejas heridas,
abro otra vez puertas y ventanas
y veo una piel desnuda
que despierta.
Atrás quiero dejar soledades
y, en un te quiero infinito,
sólo amar.

Soy cauce en un fluir
de las sencillas cosas compartidas:
Una mirada, el gesto, cada palabra,
amiga, este sentirte
como música que camina
en mi pequeñez laten los días

Y, una vez más, aprendo a volar,
quedo descalzo
por la arena de un mar amigo
que siempre me abraza.

Shefshauen. Frío.








SOLO

Te escribo, amiga,
desde mi estancia en otras tierras,
con otras ilusiones.
Hay lluvia y solo en una habitación
veo las horas pasar.
Soy de un amar callado
porque en este tiempo te vivo;
no pido disculpas a nadie por ello.
Está lejos la distancia.
La noche ha caído muy fría,
quimera sobre tu piel
en tus desnudos versos,
y unos besos sin tiempo
me dicen que amar es crear.
Ando en pura imaginación
y detrás voy
de mi loco corazón.

Shefshauen. Frío y sigue lloviendo.









SOLO EN UNA HABITACIÓN

Escribo desde donde reside
la quietud del alma.
Música en el silencio.
Es el espíritu creador
de un tiempo
que forma parte del ser.

Del caminar tengo memoria.
Sentado a la sombra de una roca
un leve murmullo me habla;
el viento mece
dos espigas solitarias.
Los tres somos este tiempo.

Es el lugar donde germinan
el trigo y el alma mía.
Hay un amor en el recuerdo,
hay otro amor que trae el viento
y a los amores que llegan
siempre estoy presto.

Con tu voz
me tejeré un manto
para cubrirme
las frías noches de invierno
y seguir escuchando
el sonido del amanecer
que en rumor se pasea
sobre tu piel y la mía.

Shefshauen. Mucho frío y viento.








Tierra
Plantar un árbol
es como sembrar un poema
y verlo en tierra crecer.
Será árbol de la ciencia
quizás de la filosofía,
o tal vez de la poesía,
pero el árbol que más adoro
es el sol de cada día.

Shefshauen. No llueve.








LA LUZ DEL SUR

Como caminante sostengo
sendas y caminos,
destinos y amores,
desencuentros,
lágrimas y alegrías
en campos abiertos.
Con la luz del sur
lleno de sueños mi mochila.


Fez. Con lluvia.










ABRIR

Amiga mía,
el amor
es una puerta
que
siempre
tiene que estar
abierta.

Fez. Con lluvia.








VERSO ESCONDIDO

Querida amiga:
No te puedes imaginar
cómo te echo de menos.
Tu voz, verso escondido
que cada primavera nace,
lleva canciones para todos
en delirio cantar.
¡De los sueños, amiga,
nadie es dueño
y a los míos les doy
libertad, libertad!

Fez. Ha dejado de llover.









PRIMAVERA

¡No llores, primavera,
la ausencia del amor,
que la flor no llora
cuando da su mejor aroma
entre luz y color!

Fez. Ni gotica de agua.








AQUÍ
Soy un aquí
en la distancia.
No existo,
me esfumo
en muchedumbre.
Soy melancolía,
sonido de guitarra,
cantar, cantar,
y, al mediodía,
sombra de olivo en el olivar.
Amiga, en Fez,
aún tengo tu sonrisa
y el azul de tu mirada.

Fez. Luce el sol.








AMANECE EN EL MAR

Mañana, al amanecer,
me vestiré de fiesta
con las mejores galas en mi corazón
te escribiré un poema.

Soy de un destino
para siempre empezar;
una vez más
miro el horizonte y le pido
atravesar el ancho mar
y en las olas navegar, navegar.

Fez. Buen tiempo.








NUESTRO TIEMPO

Escribo desde donde reside la quietud del alma.
Música en el silencio.
Es el espíritu creador
de un tiempo
que forma parte del ser.

Del caminar tengo memoria.
Sentado a la sombra de una roca
un leve murmullo me habla; el viento mece dos espigas solitarias los tres somos este tiempo.
En este lugar germinan
el trigo y el alma mía.
Hay un amor en el recuerdo,
hay un amor que trae el viento
y a los amores que llegan
siempre estoy presto.

Con tu voz
me tejeré un manto
para cubrirme
las frías noches de invierno
y seguir escuchando
el sonido del amanecer que
en rumor que se pasea
sobre tu piel y la mía.

Shefshauen. Mucho frío y viento.








DUDAS

Siempre hay una mujer
que me enamora,
pero he aprendido
que del amor en ella
la libertad muere.
Y entre dudas ando
y amo el instante
en que el amor nace y crece
y todos los momentos
que con él llegan.
Ando en pura imaginación
y detrás voy
de mi loco corazón.

Shefshauen. Frío y sigue lloviendo.






II

DESDE ESTE LADO DEL MAR



A UN CAMPO AMIGO

Labro la tierra,
abrazo semillas que llegan,
en los surcos me quedo.
Cubro todas las intemperies
que he pasado.
En un tiempo fecundo
un campo amigo
siempre me abraza.

La Aldeílla. Sigue la luna llena.








EL BESO


Sólo quiero ser un beso de amor,
luz de amantes,
sueño que viaja sin dueño
en este aire que respiro
ser un puro navegar:
Abro mis velas
y me dejo llevar.

Aldeílla. Sigue la luna llena.








SÓLO PALABRA


Amiga una vez más
escribo para no tener
olvidos
y salir de la locura.
Soy pequeño
ante la grandeza
del silencio y la palabra.

Aldeílla








LA CIUDAD
De nuevo camino
por entre las zarzas
de cemento y asfalto.
He cicatrizado
mis heridas
y a mi lado
crece una flor nueva.

Aldeílla









EMPEZAR
Esta quietud
me trae ausencias.
Soy pasos
de un andar
despacio.
Respiro fuerte
el aroma
a naranjo y limonero en flor
y vivo otra
primavera que empieza.

Aldeílla








NAVEGANTES

Unos cuerpos que se entregan
prestos para amar
son un cosmos infinito
dispuesto a navegar.

Hay amor en el aire,
en el azul del cielo,
en el verde de cada hoja,
en manos que acarician.

Unos ojos que miran,
unos labios que besan,
son como gotas en el cielo
que libres vuelan y vuelan.

La Aldeílla. Viento muy fuerte.








VIENTO SOLANO

Mi corazón va a toda prisa
para abrazar
aquello que necesita.

Un pequeño instante
quito al tiempo
y en él me adentro.

Por loco me tengo
porque le pregunto al viento
si hay respuesta para quienes aman.

La Aldeílla. Buen tiempo.








POR LA ALAMEDA

Paseando por
el mercadillo
de las ilusiones
compré unos gramos
de fantasía.
Amiga mía,
los metí en una bolsita
y con el paso del tiempo
van creciendo día a día.

Aldeílla. Llueve otra vez.








LA FLOR PRIMERA

Aún no ha terminado
la primavera,
llueve y hace frío.
Una vez más
intento ser libre.
No lo consigo,
pero ayer vi una pequeña flor
y mi corazón hacia ti voló.

Aldeílla. Estoy solo.









SURCOS

Habito silencio.
Y en un lugar pequeño,
donde la tierra fecunda,
abro surco tras surco
y siembro
semillas que serán espigas.
En este tiempo que llega,
el dorado grano,
en mis manos,
es amor de tierra.

Aldeílla. Al trigo que sembré en mi corazón.









SE ME ESCAPA LA RAZÓN
Me he preguntado muchas veces
de qué naturaleza es el amor.
No hay respuesta amiga mía.
Será el cobijo de tus ojos
mi alma solitaria
o esa sonrisa de tu boca
o tal vez tu cuerpo.
Todos mis sentidos
debaten
y las dudas acechan.
Se me escapa la razón
y cuando me elevo a tu piel
regreso a ser todo corazón.
Te veo y veo el amor
como lluvia de abril
que abraza los campos
y germina semillas,
como un te quiero
que del viento
es amigo y compañero.

Aldeílla. Empieza a salir el sol.








LA SIEMBRA
Hoy me visto de gala
para labrar la tierra
y sembrar ilusiones.
Mañana serán amores,
amiga mía,
en ti y en mí,
en este campo.
Con mis manos labro y siembro
y de la tierra saco fuerzas para amar;
aunque agotado esté
mi corazón alegre canta
y este silencio te dedica.

Aldeílla. Ha lucido el sol todo el día.








SIEMPRE SOÑAR
Al despertar
de mi sueño, en melodías
al viento, he dicho:
Tú, viajero de este tiempo,
toma y lleva a la mujer que quiero
la cadencia de mis ilusiones.
Sé suave como tú sabes,
apenas un susurro,
háblale de amor,
de ese árbol que crece,
de la flor que nace.

Aldeílla. Buen tiempo.








QUIETUD

Como despertar infinito
quiero
fundir tu cuerpo y el mío
en lluvia sin fin.
Un tener, un dar,
ver la luz en tiempo de oscuridad
y, en ese lugar donde
dos son uno, quedarnos.

Aldeílla. Buen tiempo.








SÓLO AMAR
Como fruta madura y jugosa
tengo tus besos en mi boca
y en ese abrazo de amor
me regalas un universo entero.
Sólo soy un mortal en la tierra
pero creo que vuelo y vuelo.
Tu mirada y la mía unidas van a pasear
y ese instante,
amiga mía,
encierra
toda tu inmensidad: Amar, sólo amar,
lo demás no importa.

Aldeílla. Hoy casi soy feliz.








SER POETA

Dime, amiga,
tú que versos escribes,
¿qué es ser poeta?
Hace días que llegó la primavera
y en soledad ando,
pero siento cómo el verso brota libre
se me escapa
y rompe todas las cadenas.
Navega por mares
entre olas bravías,
no teme a las tempestades
que acechan
en el navegar
de este río que nos lleva
es la vida que siempre empieza

Aldeílla. Viento fuerte.








APRENDER

¡OH rumor de agua,
quiero ser el río
y con mis manos llenas de estrellas
construir de alegría
un mundo nuevo!

Tu destino
siempre es el mar.
Soy mortal
con los pies en tierra.
Y día a día aprendo a navegar
en el eterno manantial
que del corazón nace.

Aldeílla. Sigue el viento.








NO SOY LIBRE

¡Amor, libérame
y navegaré ríos y mares
para, allí donde todo es calma,
con leve rumor de silencio,
abrir mi corazón al viento!

Aldeílla. Se pone el sol otra vez.








ATARDECER EN EL ARRECIFE

¡Loco me tengo
por amar a destiempo!
En este instante
de los tiempos todos
amo el verso que nace libre,
la voz y la palabra.

Amo la sencilla flor,
el pájaro que vuela
y también el aire
que a los dos nos sustenta.

Amo el instante de tu mirada,
el roce de tu piel,
tu aroma de mujer,
amo el azul en calma
que es el mar de tus ojos
y tu voz
que acaricia
y amo el silencio
de este atardecer encendido
que a nosotros llega.








Lluvia

El loco y la palabra
Con el tiempo
como espuma en ola

Llueve y llueve,
escribo con el agua
y letra a letra
quiero ser consuelo
de todos los desprotegidos:
De aquel abandonado por el amor
que a solas llora;
de la mujer que por unas monedas
hace la calle;
del mendigo que en una esquina
extiende la mano;
del poeta que a solas escribe
y como un loco
en silencio ata palabras;
del otro loco que solo camina
y anda entre indiferentes miradas;
de la flor que nace,
del amor que empieza,
de la herida infinita
que es la guerra.
Hoy guardaré mi dolor
en un claro de luna
y cantaré.

Aldeílla. Luna llena.








OTOÑO
Amiga del alma, amiga,
cuéntame un cuento
que sea de otoño,
cuando la luz y el color
habitan nuestros montes
sin amos ni dueños.
Sé que te escuchará
el árbol que en el bosque
duerme el sueño
de esconder su corazón
en desnudas ramas
bajo tierra.

Aldeílla. Otro día sin lluvia ni viento.








EL ABRAZO

¡Qué alegría!
Por pedir,
pido ser dos corazones
que luchan, y gritan.
Cada instante un camino,
cada sueño un momento,
caminante viajero,
amante y libertino,
en el sueño y en el encuentro.

Aldeílla. Amaneció sin lluvia.








MIRAR

He encontrado
una mirada.
Ato silencios.
No hablo.
Sobran las palabras.

Aldeílla. Creo que va a llover otra vez.








PUENTES EN EL CIELO

Parado en un tiempo que llega
laboro interiores.
Entre pasos y dudas,
un pájaro canta,
unas nubes tienden puentes en el cielo,
el viento trae música
de un horizonte que nace.

Las nubes se van a tender
puentes a otro lugar.
Quiero ser nube y viento,
y también puente,
para andar, sólo andar.

Aún sigo en La Aldeílla.








YOLANDA

Tu risa es una ventana abierta,
un despertar
que en gotas de rocío
me acaricia.
El viento en la rama y la ola.
Pies desnudos sobre la arena.
Soy de un crecer en silencio,
de un jardín sin tiempo
con aromas que manan
en fuentes nuevas
que me atrapan
y me envuelven en un fugaz instante
que es una eternidad.
La tormenta se calma
y le digo al viento
que me deje tu risa.
Quiero ser breve y de soñar leve,
encontrar mi destino
en cualquier verea o camino.

La Aldeílla. Las cuatro de la mañana.








AMANTES
Hay una memoria viva
en el tacto de unos dedos
en una piel encendida.
Hay unos ojos que miran,
un aroma que canta,
unos labios que besan,
una historia que empieza y, por sentir, el alma mía sueña con ser dueña de esa loca melodía que con mis dedos escribo en tu piel y en la mía.

Aldeílla. Es primavera en mi corazón.









LUZ

Amiga mía, en mi soledad vives, eres luz. He castigado a mi corazón mas él no sabe de leyes ni de castigos y anda buscando una voz que algo le diga por esos caminos.

Aldeílla. Un día más.




BÚSQUEDA

Otra vez llueve. En primavera la lluvia es tiempo de esperanza. Amiga mía, si tú supieras que intento reunir palabras para decirte lo sencillo, lo bello que del amor siento. Y sin tener alas volar, siempre en el cielo, hacia algún lugar.

Aldeílla. Llueve.





VOLAR LIBRE SIN DESTINO

Una vez más, amiga, te veo brillar: Tu verso es pura melodía. ¿Qué tendrás que cuando hablas se calla el ruiseñor? Desde mi ventana veo llover y el sol anda, compite con mis nubes. A lo lejos, el monte. Y más cerca, casi debajo de mi ventana, un campo de naranjos. Sol y agua se emborrachan y a mí me secuestra el amor en esta primavera de lluvia.

Ugíjar. Es primavera. Llueve con sol.







LAS ESTRELLAS


Después de tantos años
en el camino tengo una certeza, amiga: Que, a pesar de todas mis dudas, eres como la flor primera que nació en mi corazón. Pasó por fuertes tormentas y ninguna la ha podido arrancar; a veces he quedado maltrecho, dolorido, y sé lo que es la soledad y tener por techo las estrellas y a una carretera por compañera. En un rincón del alma aún guardo libertad para mirar otros ojos, sentir una piel y caminar juntos en el mundo nuevo que nace. Amigo del viento, en lo alto de una loma, amiga mía, sentarme junto a ti para ver una vez más el paisaje crecer en tu mano y en la mía de estrellas sol y viento, de azul de mar y lluvia. Empezar de nuevo: Amar es caminar.

Ugíjar, por la tarde. Los pajarillos cantan.







A UNA AMIGA CERCANA

Siento cómo mi corazón se agita igual que un mar embravecido siempre que te veo. Quiero calma y soy ante el amor como un borracho que quiere tener llena la copa. En ella, y en tu boca, busco quimeras y las hago luz. El Cabo. Los pájaros del deseo.




INTERIORES


Escarbo en mi memoria otro puñado de mi existencia y otra vez empiezo a caminar. Sólo tengo estrellas, la ruta que lleva el viento y polvorientos caminos por morada. Miro el azul, cerca del mar, y es mi corazón el que grita empezando a navegar por sus propios espacios abiertos que significan libertad. Desde Ugíjar. Hay muchos pájaros cantando.



LA TIERRA QUE HABITO


No soy feliz. Lo digo. No conozco estado único de felicidad. Intento comprender esta tierra que habito con mis manos de semillas nuevas. Amiga mía, escribir es sembrar y habitar un lugar: He aprendido a escuchar la lluvia y ayer abrí la puerta a tu mirada. He roto todos mis sueños dejando un aire limpio, como después de la lluvia, que intuyo del amor que nace y se hace. Ugíjar, buen tiempo. Los pájaros vuelan.



















LA TIERRA QUE ME COBIJA


Nunca perdí la inocencia.
La he guardado
en mi alma de niño
y hoy ando
por un monte florecido,
entre el verde del almendro,
el dorado de la retama,
las amapolas, rojas rojas,
dueñas del paisaje.
Doy gracias a esta tierra
que me cobija
en este pequeño rincón.
Recojo y guardo un instante.
Sólo eso necesito.

Laujar. Andando por sus montes.







LA GUERRA

En una trampa
de agujeros
sin nombre,
donde osamentas errantes
depilaron
su existencia.
Nos robaron todo.
En un cercado de espinos,
la poesía, que es eterna,
se abre camino.

Ugíjar. No llueve.








EL SALUDO


Grito fuerte, me desnudo
y saludo al mar amigo,
nado y respiro libertad.
Soy agua y sueño a la vez.
Desde la arena
veo como el mar luce
un azul que enamora
La luz regala el mejor color
para los ojos que miran
y corazones que aman
vuelvan siempre a este lugar
que se llama libertad.

Playa de los pintores. Cabo de Gata.








LETRAS


Amiga mía,
a veces me enfado
en este vivir
de un buscar y no encontrar.
¿Es difícil amar y ser amado?
Me refugio en las letras,
intento ser poeta pero no lo consigo.
Pronto pasará la primavera,
el verano, el otoño...
Todo es un pasar,
pero el amor,
que vive dentro del corazón,
siempre queda.

Cabo de Gata. Playa de los pintores.








PARA TI AMIGA


Vivo a destiempo. Compongo en jardines de piedra donde se forjan los sueños. En silencio escucho la arcilla, materia primera que me trae un tiempo fecundo a la memoria. Y con mis manos modelo una caricia, una mirada, para ti, amiga, que la primavera termina y los versos siempre quedan.

Amiga mía, hasta aquí este regalo
Aldeílla, 1998.

Los poemas quedaron el amor se marchó.
Que nos sea leve.

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