sábado, 11 de agosto de 2007

EL CAMINANTE

Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Andalucía
Expediente AL-00104-2007












Lo que más irrita a los tiranos es la imposibilidad de poner grilletes y rejas al pensamiento, pero en el futuro nada más nacer nos implantarán un chip en el cerebro. Será el principio del fin.




Ningún cañonazo ha conseguido abatir una idea.

ANONIMO







A los trabajadores del arte

Del norte al sur hay un camino
que va del frío al calor
donde la dura roca se rompe
a golpe de sol y viento.

La raíz del árbol busca su sustento
escrutando la tierra
que hará brotar en la rama sedienta
dejando semillas viajeras al viento
que en el otoño,
desde el mar hasta la alta sierra,
sembrará esperanza en la árida tierra.

La luz se pasea dueña y señora
del color y del paisaje.
Ojos que miran
encuentran melodías viajeras
que sin dueño caminan por valles y aldeas.

Cuando llegue el ocaso del tiempo
quedará en la memoria,
escrito en un papel,
pintado en un lienzo,
esculpido en una roca...

Sólo se es caminante
en un tiempo presente.
El pasado en la memoria,
el futuro de incierta historia,
con un equipaje a veces roto
y la creencia cierta de que el arte es un camino,
un camino a recorrer,
y que los autores estamos
locamente lúcidos
o lúcidamente locos.







LOS AMANTES

El primer beso de los amantes
abre puertas que estaban cerradas antes.
Ayer se escondían,
hoy navegan con las velas henchidas al viento.
Sobre las olas del mar el barco va,
los amantes ven la luz,
en sus almas anidan sueños.

Los amantes cantan, bailan,
ríen, lloran, viven sus mundos imaginarios,
el caos se vuelve unidad,
el grito en melodía,
la guerra en paz, el sueño en armonía.

Los besos de los amantes
rompen todas las fronteras establecidas antes.
Es eterna primavera
en el corazón, en el alma, en la piel...
la mirada encontrada,
la luz en un tiempo nace nueva.

Un ciclo que se cierra, la piel que no se quiebra,
el roce de una mirada,
un árbol en el corazón encendido ha florecido.
Son los amantes, ahora, aquí,
de ayer, de hoy y de siempre






LA CRUEL PRIMAVERA

El silencio rompió a gritar
cuando el amor se marchó
y llegó una cruel primavera
sin luz ni color.
Otra vez las tinieblas.
El cuerpo no perdona
el alma que traiciona.
Al borde del abismo me encuentro,
sopla un viento gélido y frío,
siento escarcha en mis huesos.
El alma se me oxida,
gritan los sentidos hasta el delirio.
Quiero mi libertad y poder volver a soñar,
disponer de mi mente, de mi cuerpo
y de ese minuto de tiempo
que es esencia de las cosas
allí donde vive el amor que nunca muere,
el silencio que nunca grita,
donde hay luz y color,
el alma no traiciona,
donde no existen abismos
y el viento lleva semillas fecundas
que horadan la tierra
y regadas por la lluvia
darán plantas nuevas.

No quiero más crueles primaveras.
Quiero lluvia, viento y sol,
agua que lleva el río
y que de mi alma salga el frío.







EL CAMINANTE

Paseo por el monte,
piso los campos de verde hierba,
voy a la orilla del mar.
Canta el viento, compañero y amigo,
viajero andariego.
No hay fronteras. Sólo un horizonte abierto.
Me quedaré dormido en el infinito
y en soledad curaré las heridas del alma mía
que de puro navegar perdió las velas
en un mar lleno de tempestades.
No se puede combatir la sinrazón.
Llevo un libro abierto que, página a página,
voy escribiendo de las pobrezas del espíritu,
de las riquezas del alma.
Puedo ver la luz en un mundo de tinieblas.
En un día claro hay en el horizonte
una línea muy fina que nunca se rompe,
mariposas en el prado, rosas rojas en mi jardín.
Es tiempo de volver a empezar.
Observo una abeja que trabaja,
hay una flor que la abraza.
Mañana será fruto y semilla,
hoy sólo es una sencilla flor.







EL CABO DE GATA

Yo, que soy un hombre enamorado,
entre el sueño y la razón,
la lucidez y la locura
paseo mi cuerpo desnudo
por los campos de sueños
que hay mas al sur
entre la dura roca
y la blanda arena
las olas y el viento
componen un poema
Piedras de fuego
tierra de mar
estío fecundo, lluvia
¡ay el cantar, soy lo que mis ojos ven







EL ALMENDRO

Generoso
anunciar la temprana primavera,
lanzar sus pétalos al viento
anunciando libertad.

En la alta sierra,
ramas desnudas
con intemperie de escarcha
ven la luz del amanecer
de un tiempo que llegará.







CAUSA

Se ve al jornalero
mendigando a sus nuevos amos
un salario de miedo.
Siento tanto asco,
me revientan las tripas,
sólo veo fango,
mezclado con el sudor,
se me pierde el llanto,
tener que trabajar tanto.
Este mundo es insolidario
y entre todos lo hemos permitido.







EL EGO

Más sabe la piedra por vieja que por piedra,
de tantas vueltas que ha dado
muchas veces ha sido polvo y otras,
piedra, ha vuelto a rodar.
Que en tan largo camino
de las piedras este destino
los hombres no tomamos conciencia
con nuestro corto y efímero andar.
Nos dejamos dominar,
perdemos la paciencia.







EL TIEMPO

El tiempo me atrapa cada día,
soy un juguete de su existencia,
qué efímera vida la mía,
ídolo de pies de barro.
Atado al egoísmo de mi existencia veo la vida pasar.
Hemos inventado los horarios,
¡qué ilusos,
es que pretendemos controlar el tiempo,
y él nos tiene en sus manos!.
Tan sólo somos un pequeño y efímero invento.








LOS CAMPOS DE TRIGO

Cuando las espigas se quiebren
al calor del estío
y las mieses toquen el cálido suelo
llegará el otoño y el invierno
con su humilde manto
lleno de color, gris y blanco,
y la acariciante lluvia
le dirá al perezoso grano dormido:
"Despierta y sal que es hora de vivir,
mira como el rocío y la suave brisa mañanera
están esperando para besarte, mecerte y acunarte
y alentar el germen que llevas en tu seno
del que nacerá la espiga
que el cálido viento primaveral
mecerá en las tardes estivales.
La amapola te dará un manto rojo
y el gorrión, compañeros de viaje,
te alegrarán con su canto lleno de esperanza y libertad".







LA IMAGINACIÓN

La imaginación insolente
camina despacio
pero es independiente,
de clara lucidez está siempre al día,
va cargada de fantasía
y no está carcomida
por ninguna estrecha cultura de pasillos y salones,
mandamases con altos tacones.

La imaginación insolente
es cosa de muy poca gente,
va dando la cara y mirando de frente
o "qué desidia dicen unos",
"que no llegue al poder" piensan otros.
"Huyamos que nos pilla",
se cabrean los reaccionarios,
chillan y patalean,
y dicen los más espabilaos
"pongamos rejas, no pasará".
¡Qué equivocados que están,
siempre habrá un hueco para poder pasar,
que la imaginación está despierta,
qué duda cabe,
aunque el pueblo siga dormido
hay que sacarlo de su somnolencia
para andar hacia adelante
y no tropezar en la misma piedra ni un instante.
La imaginación no necesita del poder,
ella es y puede, sabe, sigue y camina.







LIBERTAD SECUESTRADA

Siento el silencio llorar
reclamando con ansias la libertad
que lleva al inmenso mar.
La falacia de la mentira
por el sendero va,
se abrió entre los hombres,
¡qué mala voluntad!.
Dentro de un silencio infinito,
habrá moradas de paz
donde las personas seamos personas
y la palabra sea libertad.
(Probablemente,
el pensar no ocupa lugar.
La realidad es otra).







LA PUTA "PELA"

Qué enorme desolación
ver los presupuestos
que dedican los estados
a la compra de armamento.
Armados hasta los dientes ¿para qué?.
Puedo escribir lo que siento y veo,
¡qué cosa más grave que nos rodee la miseria
y las guerras no se acaben!.
Que no se explote más al pueblo
y, con él, su trabajo
que reporta beneficios
para comprar armas a destajo.
¡Qué horrible maleficio
ha caído sobre esta tierra
que desde que naces hasta que mueres
vives pendiente de la guerra!.
Más respeto a las personas de buena voluntad
que vivir es sagrado
y nadie tiene derecho
con las armas a quitarnos
lo que la naturaleza nos ha dado.
Romperemos todo,
y después ¿qué?.
No podremos ir a ningún lado.








EL HAMBRE

Se me va el agua por entre las manos
igual que a la noche se le va el silencio,
luz cuando llega el nuevo día.
Pueblos en agonía,
oscuridad con hambrunas perennes, guerras,
muere el pueblo luchando, ya no se levanta,
muere por egoísmo, armas,
como una historia macabra y cruel.
El campesino empuña un fusil,
con los fusiles no se labra la tierra
pero se gana la libertad o la muerte.
El indio y el negro americano no valen nada
y qué decir del negro africano
de dios blanco dominado,
que se callen grita, se mastica la palabra
y si no lo hacen se les aplasta
como a cucarachas malditas.
Hay senderos de gloria plagados de espinos,
dentro de la memoria
tenemos cada uno nuestro destino,
no olvidemos que nosotros con nuestros impuestos
también participamos con ellos
en tantos desatinos que organizan los que preconizan
perros atados con longaniza
y nos dan a ver la realidad
del revés una y otra vez.
A ver quien es el que primero tira la piedra
y no esconde la mano.







EL DUENDE

Un duende me dijo un día,
chiquito y juguetón,
que el arte y la fantasía
son patrimonio de la imaginación.
Dueño de la luz y el color
de noches de luna llena,
de viejos olivos, quejíos y lamentos de guitarra,
un duende me dijo un día
"amor que nunca muera será eterna su fantasía".
Entre montes y pedregales
los campos lloran a raudales
de ver lo solos que están.
Qué pocos labradores quedan detrás del surco,
les deslumbró la gran ciudad,
luz que ciega al ver el neón,
los campos tristes están al atardecer.
Un día volverá la alegría,
no hay comida sin campo,
no hay campo sin campesino.
Pan, aceite y vino
es lo justo para andar el camino.







PREPARANDO LA TIERRA PARA LA SIEMBRA

Una jornada de diez horas
trabajo con ilusión
preparando la tierra
para que reciba las semillas.
Es tiempo de siembra,
el otoño se presenta fresquito,
la tierra está jugosa
las recientes lluvias la han dejado
guapa y hermosa.
Hay un árbol que planté,
el año pasado fue,
azufaifo se llama,
tiene frutos tan lindos como avellanas.
Mañana será la siembra,
guisantes y lechugas
para un otoño e invierno laboriosos.
Largas noches se acercan,
lluvias asoman por el horizonte.
Troncos en la chimenea,
papel para escribir
y madera para esculpir.
Buscaré nuevas formas
que la madera encierra,
mientras que el cuerpo aguante
tengo que seguir adelante.
Las plantas crecen fuertes,
hay luz en el horizonte.
Una hoja verde,
una flor canta.







EL OTOÑO

En el azul turquesa del cielo,
con aires andariegos,
me mira, veo pasar una nube viajera
cargada de agua,
me llueve algún campo que espera.
Es otoño.
Lluvias en días pasados
dejaron los cielos limpios y claros.
Brotan las primeras semillas en la tierra.
Pasa otra nube viajera,
deja lluvia otra vez.
Los campos siempre esperan
el agua de las nubes,
eternas viajeras.







EL PODER DEL VIL METAL

La pobreza de espíritu
es la peor pobreza
que padecemos los humanos.
Preguntémosles a las personas.

Que no quepa duda,
es mentira que se predique
que todos somos hermanos,
que dado el caso
actuamos como jauría hambrienta
y como se ve,
entre nosotros nos matamos.

Anda la razón escondida
en un oscuro rincón
esperando tener salida
ante tanta desolación
que nos presta la vida.

Uno que soñaba con amar y ser amado
y cuando te das cuenta
en la cuneta te ves tirado
y tu amor con otro se ha largado.

De nada vale ser rico de espíritu
y pobre de dinero
si el amor ante la pobreza
es lo que salta primero.
Divinas palabras las del que dijo
"qué fuerza tiene el dinero",
compañero.







LA CIUDAD A LA UNA Y MEDIA
La ciudad no es para mí.
Lo sé, lo sé.
¿Qué es lo que hago aquí?, me pregunto.
Ruidos, asfalto, charcos, semáforos en alto.
Un solitario paso de peatones.
Me contempla una señal de tráfico, me hace un guiño.
Una puta hace la calle.
Se tiene que tener valor para ello.
Claro está, ella no es una puta rica.
He pisao un charco, empiezo a dar saltos,
a pisar más charcos.

Ando y escribo cosas de la ciudad,
que no es para mí pero estoy aquí.
Miro un edificio alto,
un fantasma en la noche,
y casi me la pego con un bordillo
y es que en la ciudad parezco un chiquillo.
Estoy muy cansado, me pesan los pies,
la cabeza, los brazos.

Me quedo mirando un árbol muy grande.
Me mira un gato pequeño,
pasa de mí tanto como yo de él.
Hay una palabra rota que el viento
alejó en silencio,
la depositó en lo hondo de un barranco
entre adelfas, lejos del asfalto,
donde el eco viajero no es sordo
y tiene buen canto
aprendió de los pájaros, de los árboles y del viento.
Pero yo estoy en la ciudad a la una y media.
Soy cemento, soy asfalto
y algunos cubatas que llevo en alto








CABO DE GATA

Los últimos días del estío
paseo por los campos del Cabo,
la hierba seca y transía está dorada.
Amenazan nubes en el horizonte,
el aire llega húmedo de agua,
la tierra sedienta mira al cielo,
por la noche sopla fuerte viento.
Las nubes tapan todo.

Empieza a llover. Sí, llueve y llueve,
toda la noche llueve.
Salen todas las ramblas,
los campos se empapan.
Quince días después vuelvo a pasear
por los mismos campos.
En otoño el día es frescor,
el paisaje ha cambiado,
las lluvias las semillas germinaron.
Hoy luce el campo un manto verde.

El aire está limpio.
Hay una gaviota parada en una roca.
Desde lo alto del acantilado
miro el horizonte.

Soy libre unos instantes.
Mi mente no me ha pedido nada.
Soy parte del paisaje.
Un hombre, una mochila,
unas botas para caminar
y un horizonte cercano,
limpio, azul turquesa.
Si pudiera lo guardaría en un puño.








UN ATARDECER AMIGO

La línea de demarcación
que existe entre la frontera,
la locura y la razón,
es tan fina como el hilo de una araña.

Fronteras en la mente,
rejas en las ventanas,
todos los días,
todas las horas,
todas las semanas.
Frontera por doquier,
aquí, allí, más allá.
En todos sitios.
Armas para defender las fronteras.
Alienación.
Soldados.
Fusiles, cohetes,
átomos desbocados.

Desidias, muchísimas desidias,
¿qué es eso de la paz?.
No lo conozco.
Otra frontera más.
En mi pueblo hay locos auténticos.
Son pacíficos.
Hay de aquellos otros locos
que detentan el poder,
que son bien votados y bien mirados.
Me voy a la orilla del mar
antes de que la rompan.
Siempre encontraré un atardecer amigo
que me alegre el camino
y borre todas las fronteras








EL PUEBLO

Hay un nido colgado en una rama,
mece el viento los pajarillos
que cantan por la mañana.
Sol del nuevo día que hace rodar el rocío,
amanecer, que mantienes
con tu luz y calor este planeta.
Yo vivo en él, soy de él,
soy universal como el viento.
No tengo patrón,
no lo quiero para nada.

Hay un nido colgado en un árbol,
mece el viento los pajarillos en una rama,
les canta una nana viajera
con aroma a romero y espliego,
a dura roca, encina y abeto,
a río, a lago y a aldea,
a pan nuevo por la mañana,
a humo por la chimenea.

El ambiente huele a pueblo
que se despereza
mientras la ciudad bosteza.
Voy camino de la huerta,
soy de un pueblo pequeño
en el sur,
que es como un sueño.




LOS DIPUTADOS

Escribir como terapia
para no volverse loco de atar
o acabar pillando moscas a diestro y siniestro
o hacer una vez más el lelo.
Cortarme el pelo y decir sí bwana
en este fin de milenio
donde las mentes se resquebrajan,
tienen grandes fisuras en el cerebro.
Nos hacen falta muchas costuras
donde la cretinez la tenemos como algo bueno
y lo bueno por malo,
donde chupamos televisión a golpe de decreto
que nos mete todo el fútbol que quieren por el careto,
donde este estado
en vez de defender los derechos de todos,
sí, nuestros derechos,
hace lo contrario, nos los pisotea cada vez más.
Esto no es por lo que yo he luchado tanto,
esto es una dictadocracia
propiciada por una pandilla
de mangantes llamados diputados.
Y la gran mayoría sodomizada y muda todos los días.
Ellos, lamentablemente para nosotros,
seguirán pidiendo nuestro voto.
¡Caca de la vaca
les daría cada día!.







EL TIEMPO

El tiempo pasa demasiado deprisa
y las cosas que son importantes
se me quedan sin hacer.
Es una putada y gorda
y encima el tiempo que dispongo
lo quemo.
Mi cerebro produce tremendos chasquidos.
Miles de obras almacenadas
en un rincón de la mente
y en una esquina de la vida
de vez en cuando alguna ve la luz.
Compone con estos días otoñales
en los que el campo
y los valles del sur
empiezan a
lucir una pequeña alfombra verde.
Mañana será despacio,
tendré sol y tiempo
pero quizás se me acabarán las fuerzas
y en el rincón de la memoria
que guardaba miles de obras
está vivo en su último olvido
el tiempo compañero y amigo,
permanente.







UNA JORNADA

Seis de la mañana.
Canta el gallo.
El gato llama en la ventana.
Al rato empieza a amanecer.
Otra jornada más.
Empiezo poniendo orden en mi cabeza.
Un zumo de naranja y limón
y el cuerpo ligero como un reloj.
Tengo una erección matutina.
Me acuesto y levanto solo
y me acuerdo de la sonrisa
y todo lo que lleva encima mi vecina,
con andar ligero cruza la calle,
el pelo recogio es por el calor del estío,
pantalón corto,
luce pierna,
elegante y fina.
Tengo una vecina
que me dedica una sonrisa
cuando cruza por la esquina.
Ocho de la tarde.
Terminó la jornada.
Muy cansado, sucio y cabreado.
Como de costumbre
el gato sale a mi encuentro.
Siempre me hace un buen recibimiento.
Nueve de la tarde.








LOS AMANTES

Los amantes
soñaron con alcanzar
el cielo en un instante,
dejar escrito en la memoria
de cada uno
su propia historia.
Comieron y bebieron en la fuente del placer.
Los amantes tristes como una noria abandonada
que ni da vueltas ni saca agua ni nada.

Lloran su propia ausencia,
les rompió el destino
jugándoles una mala pasada,
poniéndolos en el mismo camino.
Hoy se lamen las heridas
que mañana cicatrices serán.
Quedan las puertas abiertas
para poder empezar a soñar otra vez.

Triste destino
de encuentros y desencuentros
de los amantes
a lo largo del camino.
Quiero andar despacio,
tirar el egoísmo,
si es que puedo empezar otra vez de cero.
Poco me importa que me caiga
otro chaparrón o un aguacero.
Pedradas llevo en el alma
causadas por desafueros.
Conservo liviano el espíritu
e intento tener un poco de calma.





SIERRA DE GÁDOR

Me voy a lo más alto de la montaña,
quiero oír una vez más el sonido del viento.
La encina centenaria
me cobija del sol,
que fuerte y poderoso
derrama luz y calor.

Una leve brisa mueve las ramas de la encina.
Los gorriones cantan.
Miro el inmenso valle desde mi altura,
todo es un mar de plástico.
La desidia humana
y el capitalismo feroz
explotan tierra y vidas.
El monstruo tiene que deglutirlo todo,
poco importa que respiremos mierda,
comemos mierda
y pensamos como una mierda.

Hoy el mar estaba tan quieto
que parece que dormía
tapado con una alfombra turquesa.
Tengo un cielo limpio
y un vientecillo viajero
que mueve el ala de mi sombrero.
También ando con una mochila
llena de sueños,
un lápiz para escribir cuentos
y unas botas de caminante
bajo un cielo limpio
como los de antes.







A LA ESCULTURA

Veo mi obra llorar
la ausencia de un espectador
que la pueda ver y tocar.
En un almacén de mi casa
duermen el sueño de los justos
más de doscientas obras.
Placer, alegría, sudor, trabajo,
rabia, dolor, sueños que se han ido,
memorias de olvidos,
amores que se perdieron.
Soledad.
La cruda realidad, materia olvidada,
desidia de la administración
que espera a que te mueras
y seas famoso.
Quizás me regalen un jamón.
Y las obras que no he hecho
se cuentan por miles,
bocetos en carpetas,
en la mente, en el aire.
Mis manos doloridas, duras, curtidas.
El hierro se forja en el fuego,
la mente le da forma.
A veces me veo anclado en el vacío.
Camino y camino,
pienso y digo,
es duro el oficio que he elegido








CAMPO

Es un hortelano que en otoño
siembra temprano.
Las primeras lluvias caídas
en la tierra cierran todas las heridas.
Ella lo agradece.
Es lluvia de septiembre
para que con ella el hortelano
su mano temple
y coja los aperos de labranza,
cave, eche la semilla,
el guisante, la lechuga, la cebolla,
la patata, la acelga y la espinaca.
Hay que tener mucho cuidado
con los gorriones,
andan en bandadas los muy mamones,
les echo el gato
y no pisan la tierra
a riesgo de quedarse sin plumas
para un largo rato.
El hortelano sembró temprano,
espera que la tierra sea generosa
y le tienda una mano.







A LOS AUTOS

El caminante no camina
en tiempos de prisas y desarraigo,
se mete en un habitáculo
y vuela o rueda
una cinta inmensa de asfalto.
Todos corren que corren
y algunos salen dando saltos
por llanos, terraplenes y barrancos.
Los cadáveres pueblan la carretera,
de animales y de humanos,
tremendo el precio que pagamos,
lo tenemos tan asumido
que no nos molesta
la velocidad ni el ruido.
Alma de metal
con cuatro ruedas y un volante.
Te crees que eres el rey
y te has equivocado, pequeño.
La vida, con prisa o sin ella,
es un sueño
trágico, cómico o lírico.
Nosotros los currantes
apretamos los dientes y tiramos pá lante
aunque, como sigamos así,
poco a poco tendremos menos luz
que la torcía de un candil
y que los que medran en el poder
que mienten, mienten, mienten.
¿Qué hacemos nosotros
que se lo permitimos?.







EL ESCRIBIR

Un folio en blanco y un lápiz para escribir
es un pensamiento presto para volar,
es una mujer desnuda
dispuesta para amar,
es una locura que con letras quiere curar,
es el amante solitario envuelto
en sueño de tinta y papel,
es la larga senda
por la que tenemos que caminar,
es la memoria escrita
de un tiempo que se ha vivido
y otro que se vivirá,
es ver partir el verano
y contemplar el otoño crecer,
es dos cuerpos desnudos
que se contemplan al amanecer,
es llenar tu soledad, gastar tu tiempo,
inventar historias y contárselas al viento.







LA PRISA

En
este
mundo
de prisas
quiero pararme,
sentarme un momento
en lo alto de una piedra
y ver pasar el tiempo.







VIEJO ÁRBOL

Paseando por la arena de la playa
encontré a un árbol caído.
Ocultaba formas que vivían en la sombra,
se escondía viajando entre las olas.

Como solitario marinero a golpe de sol y viento
llegaste a mi encuentro.
Te paraste en una playa tranquila
a descansar, navegante,
te quedaste varado en tierra,
te convertiste en caminante
de valles, pueblos y aldeas.
Te inventaste un sueño,
lo presentaste en sociedad.
Te dijeron
"vuelva usted mañana que hoy no es tiempo de soñar".







CAMINAR

Hay un lugar al que se llega
cuando se ha andado un largo y angosto camino.
No hay oropeles, no hay aplausos, no hay nadie.
Sólo la reconfortante alegría de haber llegado
y haber superado las pruebas
que a lo largo del camino te has encontrado.
Con el cuerpo maltrecho, lleno de cansancio,
una mirada serena en un horizonte tranquilo.
Contemplar el árbol que ayer plantaste
es sombra de hoy, fruta para mañana,
alegría para todos los días.






MI VECINA DE OCHENTA AÑOS

Qué importa la edad
si con ochenta años dices
"Llegará el próximo otoño
el veintiuno de septiembre.
Ha llovido temprano este verano
y en la alta sierra ha nevado.
Veinticinco centímetros de nieve
dicen que ha caído.
Habrá buena sementera.
Los días serán cortos,
las noches demasiado largas.
En soledad y ante el televisor
me veré una vez más.
Así será mi otoño y mi invierno".







EL AROMA

Yo he sentido el aroma
de una piel suave,
de una mirada enamorada,
de unos besos que no huyen,
de unos brazos que acarician,
de unos cuerpos que se abrazan,
de un tiempo que no se pierde,
de un mar en calma,
de un atardecer en el alma,
de un silencio que te escucha.
De unas manos que abrazan el viento,
de una colina en su tiempo,
de unos amantes sedientos,
de un atardecer encendido,
de un amor que no se ha ido,
de un paseo por la arena,
de una playa tranquila,
del vuelo de una gaviota,
de los sueños que en el aire flotan,
de la última rosa del verano,
de las primeras lluvias de otoño,
del beso que no se pierde,
de dos que se encuentran,
de las formas que el alma se alimenta,
de las últimas rosas de la primavera
De los nísperos en flor,
del primer beso de amor,
de la semilla que brota,
de la puerta abierta,
del amigo que llega,
del sueño que se queda.







EL CANSANCIO

A un paso de la ira
el caminante andaba
descalzo entre arenales.
Las adelfas eran dueñas del paisaje.
Flores del verano,
alimento de sueños perdidos.
A la sombra del estío
la chicharra esparce
su efímero canto.

A un paso del destino
el caminante puso
en sus cansados pies
alpargatas roídas otra vez.
"Que alivio", dijo.
La higuera le dio alimento y cobijo.
Larga es la senda
que lleva a caminos inciertos
donde los sueños se rompen,
la mente se quiebra
y vuelves a empezar de cero,
como antes,
como ahora,
como siempre.








SOLO

Tengo el alma herida
de tanto andar por la vida.
Será la mala conciencia del destino
el sufrir tantos desatinos.

Yo me aderezo un buen almuerzo
con jamón, pan y vino
a la sombra de un cerezo
para poder seguir en el camino.
No he tenido parabienes ni terrenales ni divinos,
conservo la memoria intacta
por si alguna vez entendernos no supimos.
He luchado en el pasado,
muchas cicatrices, tres costillas rotas en un lado
y casi cojo me he quedado.
Corren malos tiempos para la lírica,
para el trabajador
y para el libre pensador.

Cae un sol de justicia.
Hace calor con avaricia.
Del que trabaja en el campo
nada se desperdicia.
Tengo el alma herida,
la piel y las manos encallecidas
pero conservo en mi memoria
lo que fue y es mi historia.








FRUTA MADURA

Hoy he visto la belleza
en una sonrisa,
es un sueño que empieza.
El tiempo disonante te enseña
el alma en un instante.
Después se esconde
aunque no se puede ocultar
y el sueño vuelve a empezar.
Como fruta madura la sonrisa habla,
los ojos miran, el alma fluye,
los malos espíritus se esconden
o huyen
y yo me quedo adormilado
de ver la belleza a mi lado
en un mundo tan desquiciado.
Me tengo que aguantar
y oculto mi alma de poeta
detrás de una careta.
La belleza de una sonrisa
que ilumina sin prisa.
Ella camina.







EL SUEÑO DEL AUTOR

El autor tuvo la gloria
de soñar su propia obra
y dejarla escrita en su memoria,
en un mundo petulante
de trepas y marketing rampante,
lleno de buitres graznantes,
donde la noticia se disloca
con el manipulador que la toca.
Si en su mercado quieres entrar
tu mente tendrás que parar,
castrado quedarás y la obra venderás.
El autor soñó su propia obra,
que dejó en su memoria
hecha de caminos con olor a cedro y a vino.
Por compañera una mochila,
el sol y el viento por equipaje.
Un techo lleno de estrellas,
las más bellas,
un atardecer encendido
de colores encaramados
a un cielo protector:
El autor tuvo la gloria
de soñar su propia obra.







LOS INTERMEDIARIOS

El intermediario
es cruel y lapidario,
vestido de clérigo, político o militar,
al mundo y a las almas pretenden salvar.
Está en todos sitios
y no es un infiltrado,
es persona de estar bien aposentado.
Cuando almorzamos o cenamos
en el telediario nos lo encontramos,
nos lanza sus proclamas
muy bien disfrazadas
ante unas masas cretinizadas.
A golpes de televisión
nos van a dar de comer
de los jamones los huesos
y de los pollos los pellejos
nos creeremos que son
de jabugo y de los buenos.
Y duros panes por faisanes
el intermediario,
con labia fina,
te lanza un decreto, o varios,
para decirte
que es necesario
rebajar los salarios.







VECINO DEL VIENTO

Un día fui vecino del viento
sentado en una loma.
Cantaba una cigarra
mirando los árboles que aún quedaban.
Eran dueños del paisaje
una roca, una lagartija, un escarabajo
y un caracol debajo.
Hoy soy vecino de la prisa y del asfalto.
Ojos que no ven oídos que no escuchan.
Corazones callados
pretende pisotear la memoria,
crear olvidos,
pero los sueños aún no se han perdido.
Por eso aún escribo
una línea en un papel.
Siempre recordaré
que aquí estuvo aquél,
que fue vecino del viento
en un lugar que fue campo.








EL PODER

La verdad
se pudre entre las sombras,
la mentira
medra como la hiedra,
al tiempo
le salen telarañas,
crecen cipreses sin hojas.
La luz se vuelve opaca,
medra entre tinieblas,
busca una rendija a la que asirse.
La sinrazón
impone un tiempo de silencios
en la oscuridad más absoluta.
Las mordazas aprietan
con máscaras de sonrisas macabras,
en esqueletos blanquecinos.
El fin justifica los medios
y el poder impone su ley.







EL ESCRIBIR

El que escribe cada día
temas literarios de lo cotidiano,
o tal vez poesía,
o en un diario,
tiene que ejercer la denuncia
de tanta tropelía
que desde el poder
sufrimos los humanos.
Existe la duda
¿quien nos da el plato cotidiano?
también está el lameculos
que lo que escribe son bulos,
vive pegado al pesebre
como se pega al oro el orfebre.
Está el escritor marginal
en lo político y en lo social,
sólo tiene su voz y su palabra,
papel y pluma, mas nunca ladra,
lo que dice es certero,
más demoledor que un aguacero.
La verdad en unas líneas cabe,
la mentira ocupa páginas enteras.
Es el que escribe para el amo,
le lame los pies y pone la mano,
vuelve la verdad al revés
aún sabiendo lo que es:
Es un servidor del poder.
Corren malos tiempos
para el que utiliza pluma y papel
y más para el que dice
que esta sociedad está basada
en una gigantesca mentira.








EL PESEBRE

Me pongo a escribir una historia,
es de mi tiempo,
de este tiempo de zozobra.
Poco importa si es larga o corta.
Llevo miles de heridas
de las hostias que me he dado
a lo largo de mi vida.
Esto de la literatura,
lo escribo con mano encallecida y dura.
Hay que ser poeta con sentido literario,
dejar lo social a un lado
que esta vida es un calvario,
seguir la moda y hacerlo a gusto del jurado.
"A la mierda", digo.
Escribo como vivo.
Hay millones en juego y prestigio de poeta.
¡Me cago en todo,
que por defender la palabra
he estado en una cárcel macabra!.
El poeta, a la letra da lustre fino,
y pasa la bayeta,
alegra al jurado para llevarse las pesetas,
que falta le hacen,
lleva mucho tiempo tirado en la cuneta.
Los que a concursos versos mandamos,
por el capital organizados,
"ya tenemos a los poetas domados".
Sacaré mis sueños adelante
y al capital mandaré,
con sus acólitos incluidos,
a picar piedras con un marro
y que no hagan mucho ruido.
Borraré a los bancos del mapa,
árboles sembraré.
Pero tranquilos,
que nada de eso sucederá.
Sigan sus ilustres prebostes en sus poltronas.
Es duro reconocerlo pero el que tiene dinero manda.
Lo tomas o lo dejas.
Es mejor vivir en la orilla,
solo o medio tirao que estar vendido o comprado.
Mandemos miles de versos,
alegremos al jurado,
llenemos el pesebre,
y alguno puede que sea laureado.
No sabemos si será el mejor
pero seguro que del gusto del jurado.
El precio de la libertad se llama soledad.










Después de la verdad nada hay tan bello como la ficción.

ANTONIO MACHADO

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