sábado, 11 de agosto de 2007

ODAS AL DESENCANTO

Registro Territorial de la Propiedad Intelectual de Andalucía
Expediente AL-00104-2007










Odas

Un año más,
en el doloroso desánimo de las horas
de mí cansino reloj
con mis pocas creencias acuestas ando

Horas.

En mis alforjas
viejos y gastados poemas,
algunos versos nuevos
los menos.

Gastados.

Rotos los sueños
se llenan de silencios,
igual yacen las victimas de las guerras
en el olvido todas.
Aun me queda algún camino por andar
y un perdido sueño llegara.

Rotos.

A veces extiendo la mano
como pidiendo algo.
Nada encuentro en ella,
Aun sigo
con mis pocas creencias acuestas.

Mano.

Amigos y amores muchos fueron,
pocos quedan.
Se cayeron del calendario,
lejanía y ausencia tengo.
Soy afortunado
aún disfruto con una brisa
Que en gaviotas vuela.

Amigos.

El ultimo almanaque
sin limites navega,
en una solitaria pared
dos décadas lleva.
Escribo unas odas
con el son de ayer,
testigo mudo de un tiempo que se fue.

Paginas.

Van pasando los días,
semanas y meses,
años y horas.
El sabor amargo de la existencia me lleva,
con los días de ayer
alivio este tiempo miserere.
Pintando versos voy
Apártense que mancho.

Ayer.

Hoy se me amanece el invierno
por la alameda.
Se desnudan lentamente los árboles,
Luz que se pasea sobre las hojas caídas
donde desnudas ramas me miran,
Soy el inquilino ausente que llega
donde los días pacen sin intemperies.

Hoy.

A paso de gigantes
todo destruimos.
El bosque de ayer cenizas es,
las fabricas de armas
y el hambre cada vez son más grandes.

Bosque.

Sigan construyendo templos
para albergar la ignorancia.
Pudridero de almas
bosques de oscuras cenizas nos aguardan.
No piensen ya lo hacemos nosotros por ustedes
si lo hacen serán castigados
a vagar por la nada eternamente.
Consuman de todo
que grande es el mercado.

Ignorancia.

Prefiero al malabarista de la esquina
que en sus ingrávidas esferas
se busca la vida.
Hace que los sueños florezcan
cuando llega Enero,
y el mar en los arrecifes
canta su canción de invierno,
celebra
espuma brisa y olas
un azul de mar y cielo.

Malabarista.

En mi habitación dos armarios y
un espejo se miran,
muchos libros,
recuerdos viejos y
un calentador para resistir
el frió invierno.
También hay un ventilador callado,
calzado y calcetines por los lados,
periódicos usados y dos cuadros
que pinte en el pasado.
Son de unos amores que se fueron
ya olvidados.
Ando buscando amores nuevos.

Invierno.

Una solitaria bombilla
alumbra
mis calladas noches.
Por la ventana
estrellas solitarias van,
todo es mirar volar y soñar.

Noches.

Unas babuchas
el pomo de la puerta
el radiador,
su calor
habitación,
un cuerpo que la habita
y una telaraña en una esquina
me vacila.,
Le ventana y la cortinilla
en un vaso
unos narcisos recién cortados.
Fragancia de amor
antes olvidado.
Y encima de la mesita
un diccionario de dudas
por si acaso.

La ventana.,

A un lado libros.
El Quijote,
Alonso y Sancho
cabalgan de nuevo.
Una cámara de fotos rota
una percha acomodada,
colgare en ella mi existencia
y la sacare a pasear,
para que florezca
en la primavera
que esta por llegar.

El Quijote.

Hoy he comprado pinceles nuevos
para pintar el color del silencio,
en su mejor melodía
cuando amanece por el horizonte
de mis días.
También pintare el poema
que nunca escribo,
el que se me pierde
del amor que no vivo.

Poema.

En un pequeño jardín
con tiestos rotos
florecen los Narcisos en Enero.
Los lirios a la espera están,
Y por la noche
hubo algunos grados bajo cero,
en el nuevo día
el gato al sol se acicala,
me saluda de buena mañana.

Jardín.

Por delante de mi casa
un desvencijado coche
lentamente pasa.
El usurero de la esquina me mira
tiene por casa una ruina,
hacienda de ratas murciélagos y gatos.
Las monedas en una olla
come sopas de cebolla
las puertas cayéndose a pedazos.
Fuera los mirlos van silbando.
Y el avaro se les queda mirando.

Gatos.

Me aventuro a pensar en el trabajo,
me reivindico en el año nuevo que llegó
no puedo.
Ando con dos piedras acuestas
una en cada riñón.
Todo son incertidumbres
me armo de valor
y espero que no se apague la lumbre.
Con ánimos de ganar
ando
pues siempre fui un perdedor
pero sigo soñando.

Incertidumbres.

La televisión,
con ella hemos topado,
todos la tienen yo no.
Treinta años sin ella
¡Liberación!
Soy un extraño
en una extraña sociedad,
la mía.
Amores los tuve
y en brevedad vivieron,
así es la vida.
Hace tiempo que partieron
sigo en mi propio sendero.
Un escueto equipaje,
pinceles para pintar
lápiz y cuaderno par escribir
una botas para caminar
y mis manos para esculpir.

liberación

La cocina,
el frigorífico el microondas, el butano
el horno las ollas,
los cazos y sartenes,
muchos platos.
Vasos tenedores cuchillos,
lo desconozco pero se que hay
más utensilios.
La gata que llama
de pie se pone en el quicio de la ventana.
Un trozo de pan duro
la ensalada el potaje,
un almanaque en la pared
del año pasado
me dice las horas que no llegan.
Los demás se fueron
brindemos por la soledad
de viaje la mejor,
así es la vida compañero.

La gata.

Un mensaje en el móvil
cariño te quiero,
besos muchos besos
amor virtual tierra de nadie.
besos que no son, sonrisas que no están,
historias que terminan
ya nunca volverán.
Es mi suerte
que amanece una vez más.

Distancia.

Soy un extraño invitado
en una extraña fiesta,
mucho ruido
música alta
a voces se habla,
no entiendo nada
soy el único que calla.
dejo mi vanidad
y me voy con mis pocas pertenencias
a deshoras
por las calles desiertas.

Invitado.

Es la opulencia,
un mendigo busca,
en un contenedor encuentra.
Me mira le miro,
unas monedas me pide
veinte le doy,
no se lo cree, el queda yo marcho,
gracias hermano mañana comeré caliente
yo también soy pobre
digo,
sigo caminando por las calles desiertas.

Mendigo.

En mi camino voy,
los gatos me miran
desde lo alto de unas bolsas de basura.
Es tarde para todo y temprano para nada.
Sigamos,
pasa la policía
con el coche aullando,
me aparto dando saltos
los gatos se esconde
que espanto.
En el silencio de las calles
es peligrosa la existencia
a deshoras de la noche.
Miro una estrella que
me habita.

Andando.

Intento descansar,
a las cinco de la mañana
suenan tacones en el pasillo,
son las chicas que llegan
con dinero en los bolsillos.
intento dormir un poco
sonidos de puerta y retretes
me acompañan,
hablan una lengua extraña,
un crío grita la madre también
esto es un desatino,
me voy a una cueva
y al camino.
otra vez suenan tacones de fulanas

Llegan

Me amaneció una larga noche
pintando una acuarela.
En la orilla del mar estaba
donde
la fresca brisa me acaricia,
cojo pincel y luz
y empiezo a caminar
el paisaje en melodías llega,
son instantes que valen una eternidad.

Acuarela.

Mar y cielo en azules llama
un sol de invierno me llena,
con la sinfonía de las olas marcho,
hoy me amaneció
en esta orilla de la vida.

Invierno

El mar en su grandeza
siempre me recibe,
una vez mas descalzo ando
por este lado de la existencia.
Pasan unas gaviotas
las miro en silencio
son aire de otros vientos.

Descalzo

Dejo mar y playa,
me adentro en un paisaje
desértico,
seré yo.
Una palmera solitaria me recibe,
a su vera escribo,
de esta sombra
no me echa nadie
aún estoy vivo.

Palmera.

Hace frío por la noche,
la casa es una nevera,
La sierra y sus montes
los almendros sin hojas
esperan flores que llegan
en las acuarelas que pinte un día.
Fugaz es la vida
Queda el arte.

Frío.

Cansancio agotamiento
largas noches cortos días
soledades solo las mías.
Suena una canción de amor
así es la vida.
El llanto de un niño en la tienda,
la cola del pan
alimento para el cuerpo.
¿y el alma?
¿Como se alimenta?
de sueños tal vez,
quizás

Canción

El otro día
al sol de Enero quedé,
junto al mar
y vi un sueño volar,
todo tuve
y todo guardé.

Sueño

Avaricia,
este es un mundo de avaricia
los humanos lo queremos todo,
yo también soy humano.
Necesito un árbol para cobijarme
mi existencia es pasajera
pero que nadie lo arranque.

Mundo.

Unos muslos suaves y generosos
toda ella lo fue una noche.
en las efímeras horas que se marcharon
nos amemos,
la piel se queda sedienta
otra vez amanezco solo,
siempre lo he estado
nada de lamentos,
sigamos andando
todo es brevedad.

Amemos.

Acuarelas,
luz color
sensaciones etéreas van
yo con ellas.
Horizonte que
en playa solitaria de invierno
que me acogen.
Soy amigo del viento.


Playas.

El verso se me escapa
en la novela que escribo.
Escribiendo vivo
mundos imaginados,
con jirones de mi existencia
letras renglones
derechos y torcidos,
hilvano frases a destiempo
nadie leerá estos versos.
entre los vivos a tientas ando
y de sus cosas escribiendo.

Mundos

Mar adentro, otro mundo es,
luz y horizonte
no me preguntéis por el verso,
hay que trabajarlo y llegará
como llegan los días
y las aves después de emigrar.

Aves

Siempre los días venideros
ahí están.
Son las primeras flores,
Narcisos y Almendros
salieron en blanco caminar,
así es Enero,
hace frío
me cobijo en mi mismo
y me guardo de las intemperies de esta vida.
Abandonar es empezar a morir.

Intemperies

Dolor fuerte
Insufrible,
piedras en los riñones,
creo que alguna pedrada tengo en el alma mía.
El hospital
la cita
el medico,
el tratamiento
la enfermera el diagnostico.

Pedrada.

Estoy cansado,
noches sin dormir,
tantas
que hace años
que me apunte a escribir.
Se me alegran las noches mías,
leo
se me adormecen los sentidos
estoy vivo.

Escribir

Soy un apátrida sin fronteras
que las quiten todas.
Senderos me llevan
buscando color de acuarela,
es la vida en un instante
como el fugaz beso que quedó.

Beso

de turquesa se viste el mar
desnudo voy
me pongo a pintar.
Cojo lo que el paisaje me da
mientras se diluyen los momentos
que me hacen amar.

Amar.

Es la paz buscada
es el sueño encontrado
el la vida que me lleva.
Aquí
es el aliento vital
que en color
sobre el mar se derrama.

Sueño

Yo estuve allí,
soy amigo,
de mar y viento,
lo vuelvo a repetir
me abraza y no pide nada,
me desnude de todo
mientras pintaba.
La magia de los pinceles me hacía volar
sí, volaba.

Magia

A lo lejos sobre el horizonte
en la bruma
se dibujan los montes,
es levedad que trasciende
cuando
junto a mí la tarde se va.

El horizonte.



Fin de este poemario de los meses de Diciembre y Enero.
Y de las piedras en los riñones
Que tanto quiero.

El nieto del fragüero

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