Expediente AL-00104-2007

Desde Ibiza.
El poema que nunca escribo,
en tierra se hunde como
raíz que amanece.
Es el verso que pienso y vivo.
El sonido intenso del amor
nace en mí.
Amanece.
Queda el beso que se dio
en la noche, en la mañana,
el día que el amor partió.
Efímeros instantes
me dejan olvidos.
Beso.
Salgo a caminar,
con el mar me quedo
en una acuarela
llena de cielo
Amaneció.
Miro el horizonte que me espera
y es a tu sonrisa donde el beso vuela.
Estas en este poema
pensado, vivido y soñado.
Ayer partiste,
sé que no volverás.
Poema.
He visto al atardecer
en aire una gaviota volar,
y en un cielo azul
en quietud quedar.
Poema y aire,
es el verso sostenido en alas.
Gaviota.
Anoche otra vez
en sueños viniste a mí,
fecunda lejanía
la tuya y la mía.
Ausencias.
Lentos pasan los días
mientras el amor queda.
Días luminosos,
un presente futuro me lleva,
incierto destino
en un solitario camino.
Delante de mí
una pizarra anuncia comida y bebida.
Menú barato, en una tasca barata,
medianoche es.
Amor a bajo precio por las esquinas
en las oscuras calles de la vida.
Solitario.
Se abarata la existencia,
el tiempo en un instante se condensa,
caminemos, aún algo queda,
son
ausencias perdidas.
Caminemos
El poema que nunca escribo
hoy lo empiezo.
¿No sé cuando lo termino?
Largo es el tiempo,
en brevedad ando.
Empiezo
Te vas nada más llegar,
me dejas unos besos y tu sonrisa,
tu mirada en la piel aún perdura,
es cálido el amor
en tristeza cuando marcha.
Cálido.
No lloro ausencias.
Hace tiempo que dejé de llorar.
Hoy hace calor,
delante de mí a dos metros
mueve el aire
un cansino ventilador.
Ausencias
Murmullos de comensales al fondo,
en la puerta
reservado el derecho de admisión:
perros no, por favor.
¿Donde está la diferencia?
Perros.
Se admite de todo,
turismo de alpargata y chancla.
Si puede ser con tarifa plana
en el cerebro instalada.
Comedores de pipas y chupa chus,
compran avarientas miradas.
Nada.
Caros precios, baratos turistas,
mala existencia,
se abarata hasta la apariencia,
del amor todo es ausencia.
busco mi sombra y nada
Miradas.
Una camarera con delantal florido
cuando pasa
de reojo mira lo que escribo.
Solo son unas letras de amor.
Unas detrás de otras, le digo.
Escribo.
Intento hilvanar un poema,
si puede ser que sea de amor,
para una mujer que en gaviota
lejos vuela.
intento explicar lo inexplicable,
si es que se puede expresar.
Mujer.
Sujeto instantes
en ellos vivo,
mas allá no sé lo que hay.
A veces duele el alma.
¿Donde está ubicada?
En las letras que escribo.
En el fugaz beso que vuela.
Letras.
En el cuerpo que me lleva.
En el vuelo leve de la gaviota.
Cuando en el cielo se eleva.
¿Estás en todo?
Leve.
Tierra que me sustentas.
aire que respiro, cielo que vivo.
Me gustan tus mañanas,
con lluvia detrás de la ventana y
tus días de sol y viento
que siempre llegan prestos.
Mañanas.
Un largo poema es toda una vida.
Es verano y ha llovido,
dos caracoles
se pasean por mi ventana,
en un amanecer tranquilo.
Ventana.
Silencios y quebrantos,
amores, alegrías,
algún llanto,
hoy he comido, mañana no sé.
Un viejo campesino me dijo un día:
ve solo, camina,
delante de ti esta la vida.
Campesino.
Ibiza por la noche,
travestidos y mirones,
camareras y clientes,
es la feria de las vanidades,
miremos toquemos
pero sobre todo,
bebamos y paguemos.
Camareras.
Hay que consumirlo todo,
hasta la última gota.
Pace el rebaño consumista,
tanto tengo,
tanto valgo.
Miradas sedientas que se encuentran,
breves encuentros y hasta la vista.
Rebaño.
Consumamos hasta el último minuto,
que esta vida
en brevedades se marcha,
y admite pocos pasajeros.
Por mucho que corramos
jamás la alcanzaremos.
Brevedades.
Se diluyen los instantes.
Caricaturistas contorsionistas,
dibujantes,
buscavidas,
fulanas por las esquinas.
Más abajo un grupo de malabaristas.
La cabra saltarina
desde una escalera me mira.
Es el teatro de la vida.
Malabarista.
Por aquí y más allá
pongan su mejor sonrisa,
no le cobramos nada,
por favor,
sonrían, es gratis.
Que a esta humanidad
le sobran guerras
y le falta paz.
Guerras.
Dura realidad, si puede ser
tapada con muchas puertas.
Un travestido con su mejor sonrisa
me ofrece piruletas.
La camarera se apoya en una farola
Y dice:
¡Estoy cansada!
Sonrisa.
Yo a veces estoy asustado,
le digo.
Siguen los contorsionistas
en la pista.
Un mal verso
es como una pedrada en el alma.
Verso.
Reescribamos
una vez más la poesía,
que duras son las piedras
y el tiempo hace arena con ellas.
Sigamos escribiendo,
antes de la locura
y con ella.
Escribiendo.
Góngora, Quevedo
Lope el de la vega,
Jorge Manrique.
Garcilaso, Rubén Darío.
León Felipe
Y tantos otros, son
versos de un fecundo río.
Los de antes.
Lejanos en el pasado.
cercanos en la memoria.
Horacio, Homero,
el fabulador Esopo,
y de los campos en verano
el aroma del hinojo.
Esopo.
Aprendí a quererte, poesía.
Hoy otros se han hecho
dueños del Parnaso.
Le han puesto rejas,
un precio muy alto
en estos días.
Quererte.
El mejor poema,
es una piel sedienta
de amor
que en abrazo vuela.
A ellos nada les importamos.
Tiraron dos bombas atómicas.
Nada les importamos.
Abraza y escribe
versos en silencio
y defiéndete
con la palabra.
Esta noche
lentos van los minutos,
yo también.
Palabra.
Ante todo he de buscarme
donde den terapias
para escritores fracasados
y almas doloridas.
Necesito que alguien
me haga cosquillas en el alma,
y que se suba el telón.
Con otra nueva función.
La de la vida.
Cosquillas.
Que no decaiga el fracaso,
hagámosle unos versos,
también tiene derecho
a estar en el Parnaso.
Decaiga.
Loas a las letras,
son la savia que me sustenta.
Amores como soles.
De la A a la Z todo es empezar
Lápiz y papel y a vivir otra vez,
tal vez soñar.
Savia.
Hay mundos soñados,
amplios como horizontes.
Es el abecedario,
compañero fiel
en mi caminar diario.
Abecedario.
Viajo por la mar,
de barco en barco
de isla en isla,
sol de julio, amor en estío,
mar de Formentera,
colinas y dunas,
playas de amores desnudos
me miran.
Desnudos cuerpos esperan
amor que llega.
Cuerpos.
Colinas de verdes pinos,
lagartijas verdes y azules,
profundos acantilados,
el alma de las cosas
en un instante.
Instante.
Quietud ante el vuelo de una gaviota,
debajo un mar llano mira
y en verso llama.
En mil azules turquesas
y esmeraldas se desgrana,
yo cerca del cielo
creo que iniciaré el vuelo.
Azules.
Llegará septiembre
con sus noches y tranquilos días,
me taparé con estrellas
en una playa tranquila
llena de blanca brisa,
donde se encuentra la fuente de la vida.
Estrellas.
Silencio no hablen,
miren el cielo y callen.
Cantemos a estos momentos
generosos que llegan,
lejos del ruido estoy.
Pocos quedan, los demás se han ido.
Mi pasado es lejanía,
Llegan.
se diluye los momentos vividos,
en tus besos amiga mía,
despiertan todos mis sentidos.
No me moverán,
¡soy fronterizo
y un okupa existencial.
Fronterizo
Sigo con el poema
que siempre pensé y nunca escribí.
Es como el beso de fresca brisa,
que abre puertas y ventanas.
Neruda, Picasso Y Dalí,
poeta de la palabra el primero,
de las formas los otros.
Brisa.
El verso sigue escondido
y como la justicia
errante va.
Guardémonos de decir la verdad,
nos pueden matar,
pero hablemos.
Justicia.
Un poema es
como el beso que se sueña,
siempre tiene que estar vivo.
Es sueño que el alma alimenta
en tiempos ingratos,
casi en permanencia.
Ingratos.
Me alimento de todo y nada,
mirar y escribir con las letras amadas,
cuando soplo una caracola es mar,
amor,
y en espuma olas.
Caracola.
Junto al mar, el monte,
la sabina y el pino,
sombra generosa,
agua transparente me llama.
Así me gustaría
que fuese mi alma
el resto de mis días.
Generosa.
La foto y las fotos
envejecen,
la vida en un instante
se para en una postal,
el tiempo nos da la espalda.
Fotos.
Retenemos los instantes.
en un nuevo amor,
en un atardecer encendido,
que nos da nuevos bríos.
Bríos.
Ante el fracaso,
paciencia y mesura,
en mi alacena
almaceno sueños,
por si acaso.
Mesura.
Se me aparece el amor
como sirena
en un mar embravecido.
En un abrazo calmamos
vidas y sed.
Cuando los días se van errantes,
nosotros
amanecemos desnudos.
Abrazo.
abrazo de amantes
que funde vidas
en un instante.
Tu piel y la mía
juntas navegan
en este mar que es la vida.
Navegan.
Compongamos
una nueva melodía.
Cantamos juntos
a este nuevo amanecer
que nos lleva,
das y en generosidad recibes,
el amor no sabe de patrias,
credos y fronteras.
Generosidad.
Besos con sabor,
de azul cielo y mar;
siempre con nosotros irán,
nada nos ata,
sé que hay algo llamado libertad.
Sabor.
Amor carnal
fuerte y generoso:
dos vidas se funden en un todo.
Mundo avariento
donde el amor suena
a cosa pasada
como de otro tiempo.
Funden.
Amemos todos los instantes
que generosa la vida da.
No se si mañana estaré.
Algunos se han ido antes
y nacieron después.
Estaré.
Escribo mientras como,
la camarera pone una copa y sonríe,
en cuatro versos
le he regalado un poema,
hoy es feliz, yo también.
Sonríe.
La vida a veces es
un pozo sin fondo
que mucho cuesta llenar,
por momentos
se me escapan los versos
y también el poema.
Fondo.
Necesito un masaje en el alma
para calmar
estas doloridas horas.
Este tiempo sin verte es
una eternidad
llena de ausencias.
Masaje.
Los versos me llevan una vez más
a mis paisajes imaginados,
donde sueño y horas se unen
allí estoy.
Me regalan unos instantes
de fecunda prosperidad.
Paisajes.
Me embarco otra vez
en la vida y en
la mar,
generosa ella me recibe.
En julio brisa estival.
Embarco.
En cubierta
ligeros de ropa sé va.
Quema el sol al descuido,
generosas ellas para mis ojos,
barcos que vienen,
barcos que van.
Generosas.
Un faro en un solitario islote
reclama ser mirado,
en siluetas se ve Ibiza.
Orillas tiene la vida,
orillas tiene el alma,
orillas tiene la mar.
Siluetas.
Sigo con aquello
de que escribir es vivir,
la poesía en es revolucionaria,
sigamos adelante.
Vivir.
Llegó la tarde y la noche,
cañas de bambú miran al cielo
iluminadas por la luna,
cimbrean como princesas enamoradas
al son del viento estival
que las besa y abraza en melodías.
Princesas.
Hay distancias hirientes,
te veré, nos veremos,
siempre nos vemos.
Otra vez nace el amor nuevo
a esta vida áspera y dura,
como el asfalto de un mal camino.
Nace.
Sé que la ternura en besos queda,
me amanece junto al mar
y me cobijo en brisa.
En luz de amanecer
estos versos para ti
quedan.
Te siento como ola que a la arena
sedienta de ribera llega.
Ternura.
Me pregunto
¿de qué naturaleza
esta hecho el amor amiga mía?
Si jamás se da por vencido.
Dime algo que calme mi sed,
el sueño me esta venciendo.
Sed.
En este largo poema
la brisa de la noche me acaricia.
Hoy es el día de mañana,
en lo alto de un acantilado
con fondo de mar
y sombra de pinos escribo.
En mi memoria estás.
Acaricia.
Me diluyo en letras
que me abrazan.
le hablo a los pinos al aire
a este tiempo que me lleva
y del cielo que me cobija
todo espero.
Abrazan.
Sobre una roca desnudo
sigo escribiendo.
Se hace la noche.
Vuelvo al hotel.
Ruidos en el cielo,
que espanto,
los aviones aterrizan uno tras otro.
Pájaros de hierro.
Prisa, mucha prisa
¿para que?
Hierro.
Corred, corred, devoradlo todo,
que no quede nada del paisaje.
Esta sociedad tiene lo que quiere.
Compren poco por mucho
y quédense sin nada.
Hoy otra vez he sido caminante
en este destino incierto, el mío.
Compren.
Olvidados campos de Ibiza,
olivos milenarios
de troncos retorcidos,
hoy no tenéis mas olvidos,
con vosotros estoy.
Campos.
Llora la tierra del arado su ausencia.
Del surco generoso que habla
la fecunda tierra siempre espera.
Amigo olivo,
muchas lunas te contemplan.
Lunas.
Me inclino y beso tu rugosa piel,
y brindo con vino nuevo
por tus fecundas raíces
y mis breves lunas.
Vino.
Yo nací después
viví en un campo de verdes pámpanos,
en él alimenté
mis sueños de infancia y juventud.
A la sombra del parral,
la higuera y el peral
vi crecer del amor la flor primera.
Nací.
El naranjo con su aroma
está en mi memoria.
Es dura la vida para los parias
que componen letra a letra,
desde lo alto de un andamio,
con el palustre en la mano,
se construye un poema.
Palustre.
Construyo un futuro incierto
en esta sociedad aparente.
Quiero irme fuera de aquí,
si puede ser fuera de mí
o tal vez a ningún lado.
Construyo.
Pinto una acuarela
cerca de la tarde
para ojos sedientos de color.
En calor la noche es larga
y el día más.
Veo cinco estrellas,
navegan sobre una ola,
navegan solas.
Color.
Me voy con ellas,
quiero ser navegante
en un cielo infinito.
En él estaré.
Son las tres de la mañana
y de puro agotamiento
se me desvanecen las palabras,
llenas de silencios.
Navegante.
Silencio, nadie,
solitarias horas me acompañan.
Giremos con la mente,
no quiero tarifas planas
y menos ser penitente.
Tarifa.
Los pobres y también los indigentes
disfrutan de vacaciones,
bien pagadas, las mejores.
En las aceras puentes y portales,
cartones en él suelo.
Suelo del mejor linaje,
son vacaciones permanentes.
para los que se quedan a orillas…
Por favor, cuando caminen no me pisen,
que bastante me pisa la vida.
Pobres.
Vuesas Mercedes
Tengan cuidado,
todos llevamos un dictador
y un indigente por algún lado.
Las solapas de mi conciencia
andan raídas,
por tantas inclemencias
que paso en la vida.
Inclemencias.
En este poema ando escribiendo,
y como un ciego
a tientas lo voy tejiendo;
tejo el camino que he de andar,
hacia poniente voy,
viento llega, lo saludo y abrazo.
A tientas.
Dos lagartijas verdes
se paran un instante,
me miran.
Pensaran, que hará
aquí delante,
este gigante.
Lagartijas.
Les doy pan de mi bocadillo,
las dos tranquilas se ponen a comer.
Soy sorprendido
como cuando era un chiquillo,
por tanta cordialidad del monte
hacia mí,
que vengo de otro horizonte.
Bocadillo.
El símbolo de la amistad
son pequeñas perlas.
Como dos labios que generosos reciben
el beso de amor.
Hoy otra vez junto al mar me amanecía,
las gaviotas compañeras del alba,
su derecho á la libertad ejercían.
Perlas.
Aire, sí, aire.
La materia primigenia
que me sustenta.
Un gorrión se para en el quicio de la ventana,
llega otro, y otro más.
Con el alma aprendí a volar,
no se el lenguaje de los pájaros,
pero seguro que lo hacen dando saltos.
Volar.
El beso siempre espera.
Amantes con prisa.
llegan a beber en su frágil copa.
Dulce veneno
para incautos sedientos.
Bebamos.
Sí, bebamos hasta saciarnos.
Frágil.
Te digo, amor,
que nadie ha vuelto del otro lado,
apuremos este instante,
juntemos el lápiz del poeta,
los pinceles del pintor
y entre tu piel y la mía
amor sin medida.
Este es el poema que desde Ibiza escribí. Junio Julio 2.006.
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