Empecé a escribir este poemario en el año setenta y dos volando en un avión militar hacia el Sahara español. Ahora territorio usurpado por marruecos a sus legítimos dueños los saharauis. Y lo he terminado en el dos mil siete en Turó un lugar con un valle preciosos sobre todo en la época de floración de los almendros, una maravilla como pocas, el aire a pesar de estar cerca de la costa es limpio.de sus pobladores no hablo me abstengo totalmente. En estos años han pasado muchísimas cosa.
Entremedio de los libros de poesía quedan, cuatro novelas terminadas, y otras tantas esperando acabarse. Espero poder terminarlas antes de dejar este cruento y miserere mundo. Y acompañando y formado parte de la obra literaria hay unos miles de cuadro y unos cientos de esculturas. Es el trabajo de una vida a partir de los veinte años, que es cuando empecé. Puesto que de los escritos y dibujos de la escuela y de la adolescencia.
No conservo nada. Se perdieron en traslados.
Manuel Fernández Castilla.
El nieto del fragüero
sábado, 11 de agosto de 2007
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